
Las matemáticas son para el verano, y qué mejor que hacerlas con materiales manipulables, cuando cae la tarde y ya no hace tanto calor, si es posible a la orilla del mar o de la piscina. Traigo con esta entrada una propuesta para que no dudéis en hacer matemáticas con materiales cotidianos -no es la primera vez– haremos matemáticas con pinzas.
Las pinzas de tender la ropa son un material fantástico para los más pequeños, lo saben y les encantan. Solo debemos tener cuidado de que no se pellizquen, pero eso es casi inevitable, que aprendan a dejar de pellizcarse puede que les cueste alguna lágrima.
Las pinzas les ayudan a mejorar su psicomotricidad fina, a coger fuerza en las manos, tan necesaria para poder agarrar el lápiz y a estimular su creatividad.
Lo primero que podemos hacer es arrojarlas al suelo, generar un montón como el de la foto de apertura. «¿Cuántas habrá?» Dejamos la pregunta abierta, que se planteen números grandes.
Con los mayores podemos hacer estadística «¿de qué color habrá más pinzas?» Es un problema que se puede resolver sin contar, dejemos que lo intenten. Podrán construir series o estructuras, no coartemos su creatividad.
¿Hacéis también matemáticas con materiales usuales?
No dudéis en seguirnos en facebook y twitter, por allí seguiremos si los calores lo permiten.
No dejéis de tocar las mates
6 comentarios sobre “Matemáticas con pinzas”