Doy clases particulares, en casa y a domicilio. No todas las casas de mis alumnos tienen jardín con césped, pero el otro día tuve suerte porque pude dar la clase con Leticia, una blogera de 11 años que se prepara para entrar con buen pie en la ESO, extramuros.
Después de un rato trabajando múltiplos y divisores, y tras decirme que sus dificultades se centraban en la geometría, le pedí una cuerda y nos fuimos al jardín.
Para empezar estuvimos trazando (y recorriendo) poligonales y caminos abiertos y cerrados como se indica en la anterior entrada para fomentar la diferencia entre una dimensión (la cuerda, si te caes te comen los tiburones) y las áreas (donde te puedes tumbar, aunque te manches). Después nos dispusimos a hacer «los deberes» (es decir «los otros deberes»):
Medir superficies de rectángulos de perímetro constante (a partir de 9 años)
¿Qué necesitamos? Espacio, una cuerda de más de ocho metros, un metro y un cuaderno.
¿Cómo? Toma la cuerda y mídela. Si el metro no es lo suficientemente largo, puedes doblar la cuerda por el centro y luego multiplicarla por 2.
Anúdala en los extremos para que el perímetro del rectángulo no varíe.
Después pídele al niño que sea la base (o la altura) y tú la otra dimensión. Los ángulos rectos se hacen a ojo y se toman las dos medidas, en el cuaderno se anotan y se calcula su producto (que es el área del rectángulo). Se repite con otras medidas y se observa el resultado.
En el cuaderno hemos anotado también el perímetro que resultaba de nuestra medida para «trabajar» el tema de medidas y errores.
¿Por qué? Se interioriza el cálculo de áreas como el producto de dos dimensiones y se trabaja el problema de cuál es el rectángulo óptimo: le pregunté a mi alumna varias veces en cuál de los rectángulos podríamos construir una casa más grande y al final lanzó la hipótesis de que el «mejor rectángulo era el cuadrado». Un problema de optimización de 1º de bachillerato que se puede resolver con cuerda y papel, y césped.
Esta entrada pertenece a una serie de actividades en la vida cotidiana para ayudar a los niños (y no tanto) a descubrir el mundo con una mirada matemática, en la línea del reportaje «Las matemáticas son para el verano» aparecido en la revista Mujer hoy.
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4 comentarios sobre “Los otros deberes (2): Geometría en el césped”